El matrimonio es una de las cosas más maravillosas que te pueden suceder en la vida. Sin embargo, es importante elegir si queremos compartir todo con nuestra pareja o que cada uno tenga lo suyo por separado. Mamá te va a contar cómo te afecta comprar una vivienda en separación de bienes. ¡Que no haría por ti!
¿Qué conlleva comprar una vivienda en separación de bienes?
Lo primero que tienes que saber es que el régimen de separación de bienes significa que cada cónyuge mantiene “privado” su patrimonio. En otras palabras, todos los bienes que tengáis antes y después del matrimonio y también las donaciones y herencias pertenecen a cada uno de forma individual. ¡Cada oveja con su pareja!
De todas maneras, como matrimonio podéis adquirir bienes en común e inscribirlos como tales. En el caso de la compra de una vivienda, cada uno de vosotros será propietario de la parte proporcional que haya pagado.
Este régimen se regula mediante las capitulaciones matrimoniales, un documento en el que los cónyuges estipulan las condiciones económicas de su matrimonio. ¡Son vuestras normas!
Ventajas de comprar una vivienda en separación de bienes
- Se preserva el patrimonio personal. ¡Los bienes adquiridos antes y durante el matrimonio pertenecen a cada uno!
- El patrimonio familiar estará más protegido. Si, por algún casual, a alguno de vosotros os va mal en un negocio u os endeudáis, esto solo afectaría al capital personal de quien tenga el problema económico. ¡Ya no tendrás que esperar a que te toque la lotería para recuperar la inversión de tu pareja!
Desventajas de comprar una vivienda en separación de bienes
- Puede dar lugar a conflictos al no ser necesario que tu pareja te autorice para la administración del patrimonio. De todas formas, la vivienda habitual de la pareja es un bien privativo y, por lo tanto, sí se necesita la autorización de la otra parte para venderlo. ¡Da igual si sólo le pertenece a uno de vosotros!
- Pueden surgir problemas tras el fallecimiento de uno de los cónyuges. Lo mejor que puedes hacer es hacer testimonio ante notario para que, en caso de muerte de una parte, la otra pueda pueda administrar los bienes familiares. ¡Si no lo haces, a tu pareja sólo le pertenecería un tercio de tus bienes!
¿Qué pasaría en caso de separación?
En caso de separación, si la vivienda se ha puesto a nombre de alguno de los dos, este pasará a ser el único propietario, a no ser que en los trámites del divorcio se pacte la repartición.
Además, el proceso de separación tiene que regirse según lo que estipulen las capitulaciones matrimoniales.
Si el matrimonio tiene hijos, el juez de familia puede atribuir el uso de la casa a quien quede en compañía de los hijos sin tener en cuenta quién sea el propietario único de esta vivienda.
¿Qué ocurre con la hipoteca en caso de separación si no estoy casado?
Ambos cónyuges estáis obligados a pagar la hipoteca solidariamente. Es decir, el pago total se os puede exigir a cualquiera de los dos. ¡Es una deuda conjunta!
En esta situación, hay dos posibilidades:
- Vender la casa. Podrás amortizar la hipoteca con el precio de venta. ¡Fácil!
- Que una de las partes se quede con la vivienda. Aunque una de las partes se quede con la casa, la obligación contraída en la hipoteca sigue siendo responsabilidad de los dos. Lo normal es que la parte que siga en la vivienda se quede con la hipoteca, ya que la otra persona querrá desvincularse de seguir pagando por la vivienda. ¡Tenéis que ir al banco para proponerle que la titularidad pase a ser de solo de uno de vosotros!
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