Planificar una limpieza a fondo de casa es el paso previo e imprescindible si quieres conseguir tu objetivo de tener tu hogar como los chorros del oro y no morir en el intento.
Ya sabes que a Mamá le encanta todo lo relacionado con el hogar, y especialmente informarte de forma clara y sencilla para que puedas tomar tus decisiones desde el conocimiento.
En este artículo, más allá de contarte cómo ordenar y limpiar la nevera, te voy a explicar cada cuánto hacer una limpieza a fondo de una casa y cómo organizarla.
Además, te voy a dar unos consejos para hacer la limpieza a fondo en casa que sólo una madre sabe regalar.
¿Comenzamos?
¿Cada cuánto hacer una limpieza a fondo?
Hacer una limpieza a fondo de un piso o de una casa implica profundizar en todo aquello que no haces de manera ordinaria.
Por ejemplo, una limpieza a fondo de la cocina, lavar las paredes y las cortinas, limpiar las ventanas, ordenar los armarios, y así hasta donde tú quieras.
Lo más aconsejable es que realices esta tarea mientras el tiempo todavía acompañe porque te facilitará el secado de aquello que laves y podrás dejar las ventanas abiertas.
Lo ideal es que hagas dos limpiezas a fondo de tu casa al año. Una en primavera y otra en otoño.
La fecha ideal para hacerla en primavera es un poco antes de que empiece el verano. El mes de mayo es ideal porque hay unos cuantos puentes que puedes aprovechar para tal fin. ¡No todo el rato!
En cuanto a la limpieza a fondo de la casa en otoño, lo ideal es que la hagas justo antes de empezar el invierno.
El tiempo todavía es bueno y dejas la casa lista para las fiestas navideñas. ¡Mamá está en todo!
Cómo organizar la limpieza a fondo de una casa
Lo más importante de todo es tener claro el tiempo con el que se cuenta para limpiar la casa a fondo. De esta forma, será más fácil organizarse bien y alcanzar los objetivos propuestos.
Lo segundo que tienes que hacer es una lista con todas las tareas que debes llevar a cabo.
Mi recomendación es que, una vez que tengas esta lista, hagas una planificación de los días y las cosas que vas a limpiar cada uno.
Lo mejor es empezar por las tareas más arduas. Por ejemplo, la limpieza a fondo de la cocina. Al principio es cuando más fuerzas tienes, y eso es algo para tener en cuenta.
Además, es importante aprovechar el tiempo para hacer varias cosas a la vez. Por ejemplo, mientras limpias las ventanas de toda la casa, por la lavadora con las cortinas. ¡Probablemente tengas que poner más de una!
O, por ejemplo, mientras ordenas los armarios, pongas otra lavadora con la ropa de cama. Recuerda dejarte un ratito cada día para ir planchando a medida que se van secando las cosas.
Si las cortinas son ligeras, con que las tiendas nada más acabar la lavadora y las estires un poco con la mano cuando estén colgadas, evitarás tener que plancharlas.
Algunas personas, lo que hacen es organizarse por estancias. ¡Como tú prefieras!
Consejos para hacer una limpieza a fondo de casa
No me puedo resistir a darte unos consejos de madre para que la limpieza a fondo de tu casa no se convierta en una pesadilla para ti. ¡Ni para los que te rodean!
Hablando de los que te rodean, es importante involucrar a la pareja y/o hijos. Al fin de cuentas, en la casa vivís todos y la limpieza a fondo de casa va a repercutir en el bienestar de la familia.
Mi primer consejo de madre a la hora de llevar a cabo una limpieza a fondo de casa es que te lo tomes como algo bueno.
Nada de estar protestando todo el tiempo o con la cara por el suelo. Piensa en cómo se va a quedar tu casa de bien cuando terminéis de limpiarla. ¡Y lo a gusto que vais a estar!
Una buena táctica es ponerte música alegre y movidita. A mí, por ejemplo, me encantan los pasodobles y la copla española. ¡No te cortes un pelo en cantar mientras limpias!
Otro consejo que te puedo dar es que aproveches la limpieza a fondo de casa para deshacerte de todo aquello que no utilizas.
Para ello, nada mejor como tener a mano dos o más cajas de cartón y llenarlas con papeles, objetos inútiles que ya no encajan con tu estilo, o con ropa que ya no te pones. ¡Qué liberación!
No tienes por qué tirarlas, sino que puedes donarlas también. Y, lo más importante, no te olvides de reciclar para llevarlas después al punto limpio de tu ciudad. Para facilitarte el reciclaje, puedes destinar una caja a ropa, otra a papeles, otra a plásticos y otra a cristal. ¡Mamá está en todo!
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